Monday, August 29, 2016




Una eternidad de dicha o tormento por un instante en medio de la eternidad. ¿Acaso podria ser mayor la desmesura?

Wednesday, October 24, 2012

el arte no debe ser pedagogico, sino subversivo.
no debe guiarte hacia un buen pensamiento, sino demoler tu realidad y cuando estes en caida libre, no te quede mas opcion que pensar

Wednesday, August 01, 2012

Breves no tan breves: El sueño del Minotauro – Stefano Valente

Breves no tan breves: El sueño del Minotauro – Stefano Valente
Había comida en periodos regulares, pero duraba un instante y gritaba de terror. Para el Minotauro, en su cárcel-caracol, el resto del tiempo eran días infinitos, noches interminables. Se aturdía con los sueños. En los sueños del Minotauro los muros caían, los hilos se rompían —ninguna reina se transformaba en vaca. Una vez el Minotauro soñó con un mundo sin monstruos: miraba hacia abajo y los brazos y las piernas ya no tenían dedos. Patas poderosas y cascos. Cascos para martillar el mundo. Hizo su entrada orgulloso, pavoneándose. A su alrededor mil cabezas y mil voces gritaban injurias, aclamaciones aplaudían, bendecían a los dioses y los blasfemaban. No las escuchaba. Saboreó el sol caliente sobre la piel, los reflejos de los rayos en el espejo desmenuzado del polvo. Galopó con frenesí hasta el centro exacto del anfiteatro. Se detuvo allí, respiró las constelaciones que confluían por encima de sus cuernos, dio las gracias al Cielo. No más rencores, no más memoria. El corazón le estallaba de felicidad. Era tan bueno. Luego, de improviso, vio un movimiento con el rabillo del ojo. Y un resplandor metálico. Y sintió un fuego que le marcaba el dorso. Y olisqueó el olor agrio, repulsivo, de su misma sangre. De repente, como en un segundo laberinto, se descubrió exhausto, con el cuerpo hinchado y envenenado de injusticia. Luego refulgió un Teseo rojizo —a quien él sabía igual que a todos los otros, letal y engañador como los demás. Y entonces —precisamente entonces— el sueño del Minotauro se acabó.
 El autor: Stefano Valente

Tuesday, February 21, 2012

A quien debemos la ausencia?
A mi que me fui o a ti que me dejastes ir?

Friday, December 30, 2011

Palabras de un desterrado


¿Quien es el ausente para el que has escrito todas aquellas líneas?
Se que no tengo derecho a indagar, ya que yo fui quien decidió desterrarse. Pero aquellas líneas las he leído una y otra vez y solo me dejan incertidumbre. Porque creo conocer bien a ese ausente, pero temo que como otras tanta veces solo estoy viendo lo que deseaba más que lo que era. Ya que llegue a conocer todo de ti, excepto lo que más deseaba saber: ¿que era yo para ti?
Sentado en esta torre, estático contemplo un mundo que francamente poco me importa ya que aquello que en realidad me importaba lo saque de mi vida. Sentado en esta torre te contemplo sin saber si tú me contemplas a mí. Desde mi destierro hago esta pregunta, con una incierta esperanza de que siquiera leas estas líneas.

Monday, December 26, 2011

Google no hizo a la gente mediocre.


Eli Pariser habla de la responsabilidad de Google en la formación de las burbujas de los filtros de internet, pero: ¿y que de la responsabilidad de los usuarios?
Que los usuarios solo usan los 3 primeros enlaces. ¿Porque no ojean por lo menos la primera pagina de la lista? Por flojera me parece a mí. Finalmente los que creamos nuestras preferencias somos nosotros. Esos algoritmos solo realzan nuestra mediocridad. Google no hizo a la gente mediocre. Google puede darle la información que (como dijo Pariser) y no por eso podemos esperar que la gente salga de su mediocridad

De modo que la verdadera solución a las burbujas de los filtros de internet esta ante todo en nosotros.

Este comentario originalmente fue hecho en la entrada: Eli Pariser habla de "La burbuja de los filtros: lo que Internet te oculta". Parte 1 de 2. Claro, aqui esta con algunas correcciones de redaccion

Tuesday, September 20, 2011

Sin Cadáver


Morí el día que decidí no abandonar este mundo.
Ese día perdí mi angustia pero no recibí nada a cambio.
Soy muerto al que se le negó un cadáver.
Y si no hay cadáver tampoco hay dolientes.
¿Quien lloraría por un cadáver en apariencia tan saludable?

Ya no canto al dolor pero tampoco a la dicha.
Mi garganta se ha hecho artrítica.
Ya no me mueve la angustia, mucho menos la dicha.
Solo inercia.

Saturday, July 02, 2011

Sobre ausencias

Si un brazo amputado te sigue doliendo porque no una ausencia
o tal vez sea solo la angustia de que ya no te puede doler mas

Wednesday, February 02, 2011

Ausencia

Esta mañana he vuelto a despertar con esa misma extrañeza. No me siento triste, aunque hubiese esperado ello. Pero tampoco me siento feliz. No me siento de ningún modo, solo cierto hastío y este vacío. Es como si hubiese desechado un trozo de mí por el inodoro. Este vacío, esta sensación de ausencia se me hace tan incomoda en cuanto me percato de ella. Tengo la esperanza de que algún día me abandone, que algo la llene.

Pero a veces temo que no sea de ese modo. Ella no querrá que nadie la destierre. Y cuando este caminando en la calle, ella caminara a mi lado. Sentado en el autobús, ella estará al otro lado del autobús mirándome absorta. Me sonreirá disimuladamente sobre el hombro en tanto este frente al espejo.

Y ahí estará, esperando en mi cuarto sentada a un lado de la cama, siempre mirándome absorta

Sunday, April 05, 2009

Una mandarina en el bus

Viajar en el bus... el mismo viaje, pero no. Una rutina marcada de ínfimos incidentes que no recuerdas pasado el tiempo. De hecho, son esos eventos mas relevantes en el momento son los que menos recuerdo. Esos eventos ocurren una y otra vez hasta hacerse indistinguibles. Son esas cosas ínfimas e inverosímiles las que se aferran a mi memoria.
Recuerdo esa ocasión en la que iba de regreso a casa. Iba sentado en la ultima fila, absorto en mi pensamiento, con los ojos fijos en mi rodillas; muy poco interés me despiertan los demás. De repente aparece una mano en mi campo de visión que me ofrece una mandarina. Atónito, no se si molestarme, porque lo menos que puedo pensar es que se la esta ofreciendo a otra gente al lado mio y yo solo algo en el medio. Levanto los ojos y ahí una muchacha trigueña de cabello negro que me preguntaba ¿quieres? No era fea, pero tampoco particularmente bonita. Pero tenia un aire de que el mundo aun no la había tocado y todavía soñaba con los ojos abiertos. Solo atine a agarrar la mandarina y decir gracias, aun apenado por sentirme tentado a lanzarle una dentellada por la sola osadía de entrometerse en mi espacio. Estuvimos hablando durante todo el trayecto, mientras yo solo pensaba en porque me dio esa mandarina.
Nos cruzamos otras dos veces y tan súbitamente como apareció con su mandarina, así mismo desapareció de mi vida. De ella solo recuerdo que se llamaba roberta y que usaba una falda blanca el día que la conocí. Ya ni siquiera la memoria de su rostro queda. Aun hoy a veces la recuerdo y me pregunto ¿porque me ofreció esa mandarina? ¿que te impulsa atener ese gesto con un total extraño? ¿que fue eso que vio? Quizás no haya nada que preguntar y fuese algo tan simple como un ¡¿por que no?!

Tuesday, August 19, 2008

El minotauro en el laberinto

Caballero de lóbrega armadura, he ante ti el laberinto, donde esta apresado el minotauro. Sus muros han sido levantados con los despojos de aquellos ofrecidos al minotauro. ¿A que has venido? ¿a matar al minotauro? ¿entonces que? ¿terminara esta guerra? ¿cuantos demonios has enfrentado? ¿acaso lo recuerdas? ¿cuando comenzaste esta guerra? ¿eso otro acaso lo recuerdas?

Empuja las grandes puertas del laberinto. Frías y húmedas palpitan a tu tacto. Una ráfaga de angustia y hastió te da la bienvenida. Y he ahí la garganta profunda y oscura que espera ansiosamente por ti. ¿Porque desciendes a donde tantos han sucumbido? ¿acaso crees que derrotando al minotauro, ya no libraras mas batallas? Todo guerrero aspira terminar la guerra. Eso es todo lo que sabes.

***

¿Cuando comenzó tu descenso? ya no lo recuerdas. Pareciese que tu vida comenzó en este laberinto y que todo lo anterior es tan lejano y borroso. Estos muros se han hecho tu mundo. Estos fríos muros levantados con los despojos de todos aquellos aniquilados por el minotauro. ¡¿Cuantas batallas has librado, caballero?! ¡¿Cuan manchada esta tu armadura?!

Ha pasado tanto tiempo y finalmente el estrecho túnel se ensancha para conducir a un gran vestíbulo. Al fondo de este hay una gran puerta negra. Sabes que conduce a la cámara donde mora el minotauro. Ha pasado tanto tiempo. ¡No te has de apresurar, caballero! ¿ves esa gran calavera? tomala a guisa de asiento. sientate y aguarda el momento, que tras esa gran puerta negra, el minotauro espera por ti.

¿Que es eso que acaricias con tanto fervor, mientras observas la puerta de la cámara? ¿un hilo dorado? Ese hilo dorado que sostienes en tus manos. ¿que es? ¡Unos hermosos ojos vistos en una tarde de febrero! ¡Aquella tarde que llovió sin nubes! ¡Ese oasis al que acudes en busca de sosiego! ¡El solo deseo de retornar del laberinto! ¡Eso es! ¡Todo eso es!

¡Levantate caballero! la espera ha concluido. La gran puerta negra se ha abierto. ¿Sientes como te sofocas? Eso es, aferrate a ese hilo dorado y quizás el minotauro no te engulla. Al verte, el minotauro se yergué en su inmensidad, cierra los ojos y aspira con satisfacción, riendo entonces con tal estruendo que pareciese el laberinto reír con el. "Mi carcelero se ha presentado ante mi." Por un instante te contempla y esa mirada te arranca el alma. En sus ojos solo esta el abismo. ¿Cuanto tiempo has contemplado esos ojos sin contemplar siquiera? Es como contemplar la mirada de una serpiente. ¡¿Porque la inhumanidad nos cautiva de ese modo?! ¡Despierta caballero! El minotauro se abalanza sobre ti cual tempestad. Todo el odio del mundo te es arrojado en cada golpe. ¡Tanto hambre! ¡Tanta ira! Blande con decisión tu acero, caballero.

¡Fluye la sangre del minotauro! ¡fluye tu sangre, caballero! El laberinto aulla en frenesí. La sangre se arremolina y pesadillas carmesíes se hacen presente. ¿Cuantos han caído ante el minotauro? ¿Cuantos han caído ante ti, caballero? cada rostro asumido por ti ha hecho presencia. Toda la prole del minotauro contempla esta batalla. Toda esa ira hecha carne se abalanza sobre ti, caballero. tanta ira apresada solo anhelando merodear libre en este mundo, para así devorarlo todo y a todos. Toda esa ira hecha carne se abalanza sobre ti, su carcelero. Sus golpes queman como cal viva, su voz es como el azogue, su aliento arranca el alma, en sus ojos solo esta el abismo. Sientes como tu cuerpo tiembla ya. Cuan cansado estas ¿porque sigues luchando? ¿porque no dejarte caer? La caída sería un alivio. Solo cierra tus ojos y dejate caer.

***

¡Pero no! aun te aferras a ese hilo dorado. Aquello de lo que no puedes ni quieres desprenderte. Aferrate a ese hilo con fervor y halla un nuevo aliento en medio de la desesperacion total. Y en tanto asi sea, no has de caer. Pero tampoco el minotauro. En tanto tu tengas aliento, el minotauro tendra aliento. Y asi la la lucha durara hasta el fin de tu tiempo, porque el minotauro es a quien apresa la armadura. El minotauro eres tu.

Tuesday, July 08, 2008

Si el día de mañana muriera

Si el día de mañana muriera
Quien se percataría de que ya no estoy? acaso alguien sabrá que he muerto?
Si el día de mañana muriera
Cuantos me llorarían? Y a quien llorarían?
Si el día de mañana muriera
Les tomaría de sorpresa la noticia? O ya estaban esperando que eso pasase?
Si el día de mañana muriera
Podrían entender porque he muerto? Seguro muchos me lo reprocharan
Si el día de mañana muriera
Cuanto me llorarían? Tal vez solo un poco y luego seguirían su vida como hasta ahora
En todo caso, si el día de mañana muriera
Ninguna de esas respuestas me importaría