¿Sabes? Cuando murió mi hermano, me pregunte si no hubiese sido mas sencillo que yo hubiese muerto.
Al fin y al cabo, tenia mujer, hijos, su taller, su fe, su lugar en este mundo. En cambio yo...
¿Cuantos me extrañaran si hoy mismo muriese? No me han extrañado durante este exilio. ¿Debería esperar que aunque sea una fracción de este mundo se conmueva por mi desaparición o siquiera se percate? No.
Nunca he tenido lugar en este mundo. Siempre el paria, cuyas necesidades permanecen insatisfechas, porque nadie mas las comprende, porque siempre he buscado algo distinto a lo que los otros buscan
¿Como tener lugar en este mundo, si lo parias siempre seremos vistos con extrañeza, desagrado, incluso temor? Al menos, se honesto y reconoce cuanto te averguenzo. Cuan lejano soy de lo que soñaste que fuese tu hijo. Cuanto lamentas que no me haya plegado a las leyes de este mundo, del cual tu también eres víctima, sin embargo eres su imagen mas fiel. Esto es lo que tienes ante ti. Un paria, un exiliado del mundo, tan derrotado por este que apenas puede elevar su voz, ya que no espera que alguno entienda su palabra.
No espero que leas estas lineas, porque se que la consideraras sinsentidos fútiles, pero aun así te digo:
No te preocupes, no moriré, porque eso sería admitir mi derrota ante el mundo. Prevaleceré, así tenga que crear un mundo propio aquí dentro.
¿Acaso las fibras mas conmovedoras y sublimes de este mundo no han nacido de la agonía de un paria?
3 comments:
El gran gargola... un saludo del mas aca. Arrechisimos tus escritos hagamos un blog juntos
un abrazo HERMAGO
Vale. seria interesante.
De hecho deberiamos registrar algunos de nuestros dialogos de la madrugada
Es muy conmovedora tu carta, muy bien escrita, desgarradora y muy personal.
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